por Analía R. Giordanino
Viernes 19 de setiembre: show de
Mariano Caudana en El Solar de las Artes (9 de Julio 2955, Santa Fe), en el cual volvió a desplegar su producción de Sin vista al mar (2007) y adelantó canciones del disco que grabará a fines de año.
Para destacar en el público, la presencia de Astro Bonzo casi completo, único prisma puro del rock de la ciudad, en una noche climáticamente indecisa pero cálida en los interiores de El Solar.
23:32 sube Mauro Bertotti, voz y guitarra compañeras de Caudana, y pulsa de propia firma “Lejanía”.
Apenas los primeros versos declaro para mí que esta voz de polen y de aire debiera reposar sobre los silencios.
Luego el hechizo se rompe, y
bien roto está.Posmo rocker and the last chansonnier, Mariano Caudana arriba al escenario, parco y sin detalles verbales, corbata roja sobre camisa blanca.
“Tema más o menos nuevo” anuncia para Cuadro sinóptico.
Mejora la cosa (tema nuevo también, y según el propio autor “de neto corte homosexual”), dedicado a Camilo Hormaeche;
El cangrejo, chacarera de estreno, ( el cantautor con cara de muy pocos amigos) que “pretende refutar el lacanianismo en su totalidad”, con términos referidos al proceso del enamoramiento, la neurosis y el aburrimiento amoroso.
Todo es virtud de tus ojos y Puerta de los Dos ( del último disco del uruguayo Fernando Cabrera) dan fin a la primera parte ...... breve.
Ríe, arroja el gorrito eterno y se prenden las luces.
Segunda parte con remera negra,
“Borges not dead” en composé blanco.
Se arranca con
nostalgia.Sin novedad de La Moto y luego Retazos. ( se contorsiona un poco sobre la guitarra, bajo el peso de esta letra rota.)
Zumba el vibrato temblequero de la voz mientras entona el verso “me alejo silbando canciones de amor…”.
Bien merecido lo tendrá!!!
Versión de la españolísima Erase una vez, poema de Goytisolo q musicase Paco Ibáñez.
Para contraponer, Los hijos que no vendrán, una certeza impiadosa.
Bertotti, con cierto aire a
Vincent Gallo en la chacarera
Trunca,cierra visualmente el péndulo del show
entre lo delicado y lo hermético.
Supuse que con Juana terminaba la noche ( y supuse mal) porque viene La comparsa.
El manual del cangrejo obliga a nunca terminar un show con una canción de amor, salvo que uno sea felíz y además sea pop.
But declara “sólo quiero fama y dinero”, so un final cero moderado con Le presbytère et la putain.
¡Esa palabrita que no soporto en esa letra!
Menos mal que el título va en francés, algo habrá hecho Georges Brassens ?
Caudana se nutre de varias fuentes poético-musicales, (Brassens, Krahe, Rodriguez, Cabrera, entre sus influencias) y las estructuras folclóricas como la chacarera.
Sus textos, incluso los nuevos, también mixturan armas clásicas con la cotidianeidad y el vituperio propio o ajeno.
Mariano dice lo que tiene ganas, con tinta mordaz y oscura.
Podría ser la réplica actual de algún romántico histórico, aunque con evidente veneno; en las letras se adivina la búsqueda del verso exacto, tan cara para los románticos.
Pero la innovación está en la combinación de las figuras poéticas delicadas (cuando la luna la juna detrás del umbral/ no hay esperanza de beso sino de puñal en Cuadro Sinóptico) con la adjetivación y el vocativo puramente directos, quizás no tan recomendables en su insistencia.
Los cangrejos, esos decápodos tan gráciles de Google, emplean sus pinzas para el alimento, para el cortejo, o para la disputa territorial.
Ya me lo sospechaba. Mariano Caudana, como el cangrejo de su canción, ni es presa fácil ni juega sus pinzas.